Querido futuro:
Desconozco tu nombre y tu rostro. Sin embargo, sé que tu cuerpo posee las curvas de la interrogación. Todo tú eres misterio e incertidumbre. Te lanzo preguntas y tú me las devuelves como un eco impertinente. Tu voz es mi voz. Tus palabras son las que yo pongo en tu boca. Soy yo quien hace trampa y te inventa, la que juega a adivinarte y a vestirte de luces o de sombras a impulsos de la esperanza o del miedo. Hay quien te busca en las cartas o en las bolas de cristal. Hay quien te proyecta o te sueña. Pero eres esquivo, futuro. Sí, en el momento en que te alcanzamos eres presente y, un segundo después, te has transformado en pasado. Queremos tus respuestas, pero es probable que si nos desvelaras tus secretos te tacharíamos de embustero. Qué imposible tarea te hemos impuesto, qué traje tan estrecho estamos deseando colgarte. Por eso quizás te escondes, incluso finges no existir. Eres juguetón, futuro. No lo niegues, sé que disfrutas asaltándonos con tus sorpresas.
C.M.SB.
¿? |
¡Oh, el futuro!
ResponderEliminarLo desconocido
¡Oh futuro!
luces y sombras
¡Oh futuro!
siempre en tu busca
¡Oh futuro!
No nos dejes encontrarte
porque ya serás presente.
Gracias, Javier. Como siempre.
ResponderEliminar