Siempre observas a esas mujeres que caminan por la calle. De ellas podrías decir que son maduras o que su edad es indeterminada o que simplemente no existe su edad. Caminan solas, en parejas o en grupo. Da igual. Hay algo en ellas que te hace mirarlas con admiración, con cierta envidia. Parecen estar más allá del tiempo. Parecen mirar la vida sin temor, como si la conocieran demasiado bien como para temerla, como si comprendieran todos sus recovecos. Caminan seguras, con la mirada preparada para la sorpresa. Da la sensación de que lo hubieran vivido todo. Quizás exageras, pero estás convencida de que si te parases a contarles tus secretos, te escucharían y los comprenderían todos. Sí, hay algo tranquilizador en esas mujeres. Las miras y, de alguna manera, tocas con los dedos el misterio de su cercanía, de su eternidad.
C.M.SB.
Fotografía: Bernard Plossu |
Me gustan esas mujeres indeterminadas, que tienen ortodoxia de lenguaje y heterodoxia de acción . A descubrir .😘
ResponderEliminarTodo está por descubrir aún. Gracias y un abrazo.
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