jueves, 29 de septiembre de 2016

Barcos de papel

Hago barcos de papel desde que era una niña, desde que un día alguien me enseñó a construirlos. Los hago en cualquier momento, mientras espero en un bar o mientras otra persona me cuenta una historia muy larga. Los fabrico con todo tipo de papel, cuanto más pequeño, mejor. Sin embargo, el otro día, cuando intenté enseñarle los pasos a un niño, cuando me tuve que parar a pensar en cuál era el siguiente pliegue, mi mente se quedó en blanco y me vi en un serio apuro. A veces me ocurre cuando me detengo en un número de teléfono marcado un millón de veces. Es curioso cómo actúa nuestro cerebro, cómo, en ocasiones, nos deja en medio del mar, a la deriva.

C.M.SB.


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