miércoles, 30 de diciembre de 2015

Descubrimiento

Visito el Rincón Lento y descubro una obra y un autor: A veces lo visible, de Fernando Fiestas. Leo sus poemas y descubro palabras nuevas. Entre todas ellas, elijo dos versos: 

"Deberíamos ser pájaros
y apropiarnos del tiempo".

Los copio en esta ventanilla y me entran ganas de volar.

C.M.SB.

Los pájaros de su pelo: Mannfred Salmon


lunes, 28 de diciembre de 2015

Palabras para hoy

Leer es un acto de creación: la lectura posee la capacidad de reescribir lo contado.

(Nuria Barrios)
El País Semanal, 27 de diciembre de 2015

Aurélia Fronty

domingo, 27 de diciembre de 2015

Los paraísos perdidos

Es la película que os recomiendo hoy. La rodó Basilio Martín Patino en 1985. En ella hay una mezcla de ficción y realidad puesto que, entre otras cosas, es un magnífico documental de la España de esa época: las calles, la gente, las tiendas, las ropas, los coches... Como telón de fondo, la magnífica Charo López pone voz a las palabras de Hölderlin y nos narra fragmentos de su Hiperión. La película es profundamente melancólica por el tema, la luz y el tono. Quizá por eso me gusta tanto. 
La voy a conservar. Así la podré volver a ver, cuando en la casa haya de nuevo silencio, cuando encuentre otro paréntesis en el que poder perderme en mis propios paraísos perdidos.

C.M.SB.

Charo López (Los paraísos perdidos)

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Hoy...

rindo homenaje, como siempre en estas fechas, a mi admirado Ferrándiz.
Aprovecho para felicitaros las fiestas y desearos un buen año.
C.M.SB.


martes, 15 de diciembre de 2015

Palabras para hoy

Con lo dura y difícil que es la vida, ¿por qué no hacer un favor, si puedes hacerlo? [...] Pequeños actos benévolos contra la oscuridad, como velas encendidas en una noche de viento.

Instrucciones para salvar el mundo
(Rosa Montero)




domingo, 13 de diciembre de 2015

El tiempo que no pasa

El otro día casi tropecé con alguien a quien hacía mucho tiempo que no veía: una señora con la que jamás he cruzado una palabra y que, no obstante, forma parte de mi memoria. Desde que era niña la he visto caminar por el centro de la ciudad, siempre sola, siempre impecable y elegante, siempre igual, como si el tiempo no llegara a rozarla. El suyo es de esos rostros que se hacen familiares desde la infancia y que, sin embargo,  olvidas hasta que los vuelves a ver mucho después.  Son caras que nunca fueron jóvenes y que, al parecer, nunca llegarán a ser viejas. Curiosamente, todos esos rostros archivados en mi retina pertenecen a mujeres. Todas son diferentes, pero tienen algo en común: pasean solas y miran a su alrededor sin un asomo de sorpresa, como si nada hubiera cambiado, como si el tiempo también se hubiera detenido en las calles de la ciudad.

C,M.SB.

Leopoldo Pomés


martes, 8 de diciembre de 2015

La casa de los naufragios

La casa se construyó junto al mar. Poco a poco, retal a retal. Se fue construyendo con aquello que no quería el mar, con los restos de cien naufragios que el agua depositaba cada madrugada en la orilla. Se construyó a base de contrastes, de forma que lo más valioso se amalgamaba con lo más insignificante. La casa se hizo sin prisas, a lo largo de los años. Todavía sigue allí, en pie, junto al mar. Nadie habita en ella y, sin embargo, cuentan que cada noche se enciende una luz en la planta de arriba y que en la ventana se dibuja una sombra, la de una mujer. Quién sabe. El mar también deja vidas en la orilla. En cada naufragio.

C.M.SB.



lunes, 7 de diciembre de 2015

Fuera de tu alcance

Conservas el rumor del coche en los oídos, ese ronroneo monótono que todavía te acuna y adormece. Aún guardas el calor de la calefacción encendida y concentrada en el oscuro y reducido habitáculo. Las luces de la noche te han conducido a un laberinto de pensamientos, ideas y sensaciones que difuminan la realidad y convierten las sombras en posibilidades.
Miles de luces rodaban en la carretera, miles de historias en movimiento, contándose todas a la vez con miles de voces diferentes, acercándose, adelantándose unas a otras, coincidentes o distantes en los tramos rectos o en las curvas más cerradas. Miles de faros que deslumbraban y escondían gestos, vidas, rostros y destinos. Todo un mundo fuera de tu alcance.
Todavía te cuesta romper el silencio en el que te has adentrado a lo largo de kilómetros, mientras mirabas tras el cristal y te invadía una felicidad inexplicable y fugaz. 

C.M.SB.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Deprisa, deprisa

Ya están encendidas las luces de Navidad.
Dentro de nada será primavera en El Corte Inglés.
Y a poco que nos descuidemos, la vuelta al cole.

C.M.SB.